Las úlceras por presión son una patología que se puede prevenir, pero una vez que se presenta son de un manejo difícil y costoso.

Las técnicas más socorridas son la rotación de colgajos miocutáneos.

Cuando las condiciones físico-nutricionales del paciente no permiten la realización de estos procedimientos, las posibilidades quirúrgicas se limitan.

La técnica nos da una nueva posibilidad para el cierre de heridas en casos difíciles. Incluimos a 12 pacientes de 11 a 75 años de edad, con promedio de 56.6 años que no eran candidatos a rotación de un colgajo miocutáneo, con un total de 17 úlceras.

La técnica utilizada se basa en la tracción por medio de tensores cutáneos, que es una técnica propuesta por el autor, como una alternativa ante la imposibilidad de utilizar las técnicas convencionales para estos casos.